Hoy ha sido un día con poca actividad.La Jilma Ñurinda, secretaria técnica de la FRATER (Fraternidad Cristiana de personas con discapacidad), me ha traído con su moto a visitar su local.
Fauricio Castillo, lisiado de guerra a los 18 años
y Ana Dominga Gonzales que tuvo polio a 1 año de edad, me pusieron al día del funcionamiento del centro y de los logros alcanzados con su lucha y los retos en perspectiva. Uno de los retos inmediatos es conseguir un carro adaptado para desplazarse que se mantendría en gran parte de los aportes del trabajo que están haciendo de guardacarros.
La FRAP de Masaya y la de Mataró (Cataluña) tienen como un hermanamiento y la municipalidad de Mataró apoyó económicamente a través del Fons Català.
Parte central de la oficina con Fauricio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario